En el equipo de La Puerta Azul trabajan cinco psicólogas, todas sanitarias y colegiadas en el Colegio Oficial de la Psicología de Madrid. La Puerta Azul es un centro de psicología en el que una de las cosas que más cuidan es el bienestar de sus pacientes. Quieren que estos puedan sentirse lo más cómodos posible, teniendo en cuenta que acuden para dar acceso a su persona y su vida, algo que en La Puerta Azul valoran mucho. Nos explican que el trabajo del psicólogo es un trabajo muy individual, al menos en la práctica privada, pero para ellas es importante hacer todo lo que se pueda en equipo. Realizan reuniones cada quince días para mejorar el trabajo en equipo y poner en común técnicas, test y recursos que les puedan servir. Con el tiempo, el equipo se ha ido centrando totalmente en la terapia psicológica. Al principio tuvieron un grupo de memoria para mayores, un grupo de autoestima para mujeres, varios grupos de apoyo escolar para niños… Pero conforme han ido creciendo han ido dejando ese espacio para la terapia. También han tenido a diferentes profesionales que les han dejado muy buen recuerdo.
Actualmente son 5 psicólogas en el centro y les gustaría poder seguir ampliando. Afirman que, sin duda, el más importante de los cambios es el gran crecimiento que a nivel personal produce su trabajo. Cada una de las psicólogas que conforman el equipo tiene un área de especialización que va desde la terapia individual de adultos a la psicología perinatal, pasando por terapia familiar y de pareja, además de infantil o para adolescentes. Sin embargo, todas tienen una formación común que les ayuda a trabajar de forma muy similar. Dentro de sus áreas de especialización les gustaría seguir aprendiendo nuevos enfoques que les permitan atender cada vez mejor a sus pacientes. Creen en la humildad de no saberlo todo y poder seguir aprendiendo cada día. Nos indican que en el área de los niños lo que más se demanda son dificultades en el comportamiento. En el ámbito de los adultos, la mayor demanda son problemas de ansiedad. La vocación de poder ayudar a personas y el haber tenido contacto con personas a su alrededor que lo hubieran necesitado es lo que determinó la elección de su profesión. Su gran motivación para mejorar día a día es poder acompañar a una persona o a una familia para que logren sentirse mejor y que sean un poco más felices.
¿En qué se diferencia la psicología y la psiquiatría?
Para empezar, las carreras son diferentes. El psiquiatra estudia medicina y el psicólogo, psicología. El psiquiatra, si se ha formado en psicoterapia o ha estudiado algún curso superior, también puede hacer terapia. Y el psiquiatra, a diferencia del psicólogo puede recetar la medicación que crea pertinente para el caso.
Ambas profesiones están muy ligadas y lo deseable es que se pueda trabajar de forma conjunta, en caso de que una persona necesite de ambos profesionales.
¿Qué recomendaciones le darías a una persona que busca a un profesional de la psicología? ¿Cómo ha sido vuestra trayectoria en este campo?
Si estás en búsqueda de un psicólogo, lo primero es saber que es un proceso costoso y no nos referimos solo al tema económico, sino, también, a la parte emocional. Son momentos en los que hay que “mover” muchas cosas para poder recolocarlas en otro lugar menos doloroso y eso requiere un esfuerzo. Antes de iniciar la terapia, es importante que seas sincero contigo mismo, y decidas el grado de compromiso que vas a tener.
Por otro lado, es importante que con la persona con la que vayas a trabajar te sientas cómodo y haya un buen vínculo. Si notas que no es así, quizá es algo que puedas hablar con el terapeuta, o bien buscar otra persona con la que te sientas mejor. No todos valemos para todos.