Terapia para una buena comunicación en pro de la vida en pareja
Conoce a tu psicólogo en Leganés
Centro de Psicología
Beatriz Madrid nació en Madrid. Es Doctora por la Universidad Autónoma de Madrid (2004), universidad en la que también se licenció en Psicología (1999) . Está habilitada como Psicóloga General Sanitaria por la Consejería de Sanidad de la Comunidad de Madrid (2014). Desarrolló sus estudios de Terapeuta Familiar en la escuela del Grupo Zurbano en esta misma ciudad(2016), y trabajó como psicóloga en el punto municipal de violencia del Ayuntamiento de Leganés. Su empresa nació de la ilusión de poder hacer lo que más le gustaba: dedicarse al mundo de la psicología. Beatriz empezó con un despacho en Leganés y acabó abriendo otro en Valdemoro ante la demanda que tenía. Aunque como empresa trabaja sola, tiene cerca a profesionales con los que cuenta para complementar el trabajo que realiza. Son profesionales con especialidades que le permiten dar a los pacientes que acuden a su consulta una mayor variedad de servicios. El trabajo que realiza es tanto individual, como de pareja y de familia. Las problemáticas a tratar son variadas, aunque por lo que más a menudo la visitan es por problemas de ansiedad o tristeza mantenida en el tiempo. Las dificultades en la pareja también son un motivo muy frecuente. Dichas dificultades están relacionadas, principalmente, con falta de comunicación adecuada. La razón principal por la que Beatriz eligió este trabajo, es su deseo de entender la mente humana y hacer que las personas también puedan entenderse a sí mismos. Lo que le empuja a desarrollar su trabajo cada día, es por una parte lo mucho que le gusta identificar lo que le pasa a la gente, y por otra, las buenas sensaciones que le produce que las personas puedan entender lo que les pasa e introducir los cambios que les ayudan a estar mejor.
¿Cuál es la importancia de la terapia de pareja para mejorar la comunicación entre los cónyuges?
Entre los aspectos que trabaja la terapia de pareja, están las dificultades de comunicación. Con el tiempo, nos podemos encontrar que los miembros de la pareja dan por hechas muchas cosas.
Esperan que el otro sepa lo que quiere o lo que necesita por el hecho de que se conocen hace mucho tiempo y se quieren. Se deja de pedir y se crean expectativas sobre cómo debe actuar el otro que fomentan una comunicación que no es directa.
Por otra parte, se construyen ideas preconcebidas y se interpretan las conductas del otro miembro sin someterlas a contraste. Mediante la terapia, todo esto se puede poner sobre la mesa para que sean conscientes y cambien de estrategia.
¿Cuándo creéis es el momento indicado para pedir una cita con psicólogo especialista en parejas?
El momento en el que es conveniente que se pida cita para comenzar con una terapia de pareja es cuando uno siente que las cosas no van bien y que la forma en que miras a tu pareja ya no es desde el equipo sino desde el reproche.
¿Cuáles son los tipos de terapias familiares que ofrecéis a vuestros clientes?
El trabajo que desarrollo se basa en el modelo sistémico, que considera que la persona está dentro de un sistema. Desde este modelo se ve al individuo dentro de su contexto, entendiendo que la relación entre este y el entorno en el que se encuentra está sujeta a una relación circular más que unidireccional.
Así, partimos de que la conducta y la actuación de la persona está ligada con sus estrategias de supervivencia (adquiridos dentro de una familia), que se ponen en marcha en contextos específicos y a su vez la actuación del contexto influirá en el individuo.
El contexto donde inicialmente se desarrollará el aprendizaje es la familia, de modo que dichos aprendizajes influyen en nuestra forma de relacionarnos en los nuevos contextos a lo largo de nuestra vida.
¿Después de cuantas sesiones de terapia suelen verse avances?
El número de sesiones no se puede plantear a priori, ya que todo dependerá de cómo venga la pareja y el proceso que siga a lo largo de las sesiones. Cada caso merece ser visto en sus particularidades, justamente porque nunca, ni el contexto de vida ni las experiencias son las mismas.