Carolina Álvarez Aceituno, nacida hace 46 años en Madrid, aunque toda su familia es toledana, estudió Derecho en la Universidad Carlos III de Madrid, y desde que finalizó sus estudios de postgrado en el Liceo Jurídico y Empresarial de Madrid, en el Máster de Práctica Jurídica, ha ejercido como abogada de manera ininterrumpida. Carolina ha compaginado este ejercicio con la formación continua para diferentes sectores, como formar a otros compañeros en materia de familia y LegalTech, en el ICAM, o formar a futuros peritos judiciales de la mano del COITT/AEGITT, pasando por la formación actualizada a profesionales (psicólogas y trabajadoras sociales) de los servicios sociales en los que ha trabajado. Asimismo ha impartido charlas y formación por y para los adolescentes respecto de los delitos tecnológicos, o los riesgos de las redes sociales, ciberbullying, Groomimg, Stalking, etc. Su empresa actual nace hace dos años, tras 18 años de experiencia en el sector del derecho de familia, menores y violencia de género, siempre en despachos multidisciplinares, pero como profesional independiente. Tenía ganas de crear su marca y hacer de su forma de trabajo algo especial. Además, llevaba varios años digitalizando su trabajo para ser más eficiente, productiva y dar un mejor servicio a sus clientes, algo que, se está normalizando a día de hoy en el sector legal debido a la pandemia. Gracias a su trayectoria profesional ha podido trabajar para diversas instituciones públicas y privadas como Ayuntamientos, Asociaciones, Fuerzas y cuerpos de seguridad del Estado a nivel local y, colegios profesionales, ya sea como abogada, como formadora, como articulista o como asesora jurídica. Carolina es ponente y formadora asidua de abogados en ejercicio y personal técnico en la materia, impartiendo cursos en el Ilustre Colegio de Abogados de Madrid, en materias civiles, familia, referentes a ejecuciones de sentencias civiles, la forma procesal de la custodia compartida, las evidencias digitales y como aportarlas en los procesos de familia, violencia y menores, así como articulista. Desde el año 2008 se dedica a colaborar y trabajar fehacientemente en la lucha contra la violencia machista desde la experiencia que supone la intervención directa con víctimas y sus familias en los servicios de asesoramiento especializado municipal, hoy denominados Puntos Municipales de Observatorio Regional contra la Violencia de Género, (PMORVG), y desde el ejercicio profesional en su despacho.
A pesar de haber sido abogada generalista, el ámbito de especialización de Carolina es el derecho de familia, que inevitablemente va unido al ámbito penal, por todos los delitos relacionados, el ámbito laboral, y las especialidades de menores y violencia de género, siempre desde la perspectiva digital. Dentro de esta especialización, a Carolina le gustaría tejer una red de profesionales que fueran formados para entender el ejercicio de esta profesión desde una perspectiva social multidisciplinar que ella aplica, primando la atención cercana y la empatía por encima de la comercialización del servicio. Considera que un cliente contento es un cliente para toda la vida y traerá otros clientes. Para lograrlo, el sacrificio personal es muy grande, y la dedicación es casi permanente. No pierde de vista su presencia en Internet, imprescindible para tener la visibilidad exigida hoy día, pero no tiene prisa, trabaja un posicionamiento orgánico y paga por estar en primeros puestos de los buscadores. El objetivo es poder ofrecer información de todo tipo de manera sencilla y comprensible, y que las personas a las que les interese se conviertan en clientes. Sus clientes le piden comprensión de sus problemas y especialización, así como un alto grado de empatía. Carolina se pone al frente de sus problemas y les releva en su lucha, ayudando a tomar decisiones importantes en el entorno familiar. En cuanto a procedimientos, indica que lo más solicitado sigue siendo el divorcio contencioso, pero, por parte de su despacho siempre se les garantiza el intento de una negociación previa. La petición, dentro de los divorcios, más habitual, es la custodia compartida, petición sobre la que llevan trabajando años, desde que solicitarla era una utopía en los juzgados, hasta ahora que es, generalmente lo habitual. Es habitual que los/las clientes/as le busquen personalmente por los conocimientos que Carolina posee en dicha materia. Desde pequeña sólo quiso ser abogada, no había otra cosa en su cabeza. Cuando terminó COU (hoy bachillerato) en la elección de Universidades, sólo puso como única opción derecho, y sólo una Universidad, la UC3M, algo que puso a sus padres muy nerviosos, pero logró acceder sin problemas con el inestimable esfuerzo de su familia. Pese a la implicación emocional que este trabajo implica, el gran motor de Carolina cada día es saber que lo que hace es lo que mejor sabe hacer, es el trabajo que eligió, lo que quiso estudiar y tiene la suerte de poder ejercer de forma libre e independiente, bajo sus propias normas y siguiendo las directrices de sus clientes. Por supuesto, el mejor premio es un “gracias de corazón”, o un “estoy más tranquilo porque tú estás al frente de mi caso”, “Gracias por pensar en mis hijos antes que en nada”, y una larga lista de agradecimientos que lleva en su corazón para seguir adelante en los momentos complicados.