Lubezka es madre, emprendedora y amante de la fotografía. A raíz de una experiencia en la que se vio comprometida su salud, descubrió dos cosas importantes. Lo primero es que le surgió una necesidad imperiosa de hacerse fotografías con sus hijas, pero no posadas, de esas ya tenía bastantes y notó que no contaban su historia real: esa en la que saltan juntas en la cama elástica, cuando pintan, juegan con pompas, cuando corren en el césped, cuando se hacen cosquillas y ríen juntas… Los verdaderos y los mejores momentos que pasaba junto a ellas no estaban en ninguna fotografía y Lubezka sintió temor de no poder dejar para sus hijas y para ella misma un recuerdo imperecedero y cercano de lo que verdaderamente son como familia. Ella quería ver en sus fotos los lazos, miradas cómplices, de amor, risas espontáneas… Después decidió que era el momento de dedicarse profesionalmente a esta pasión que había sido para ella la fotografía y acompañar a familias y niños a generar esos recuerdos auténticos de lo que son. Así nació este emprendimiento. Nació por una necesidad personal de Luzbeka Lubezka de dedicarse profesionalmente a la fotografía y de procurar dejar recuerdos espontáneos a familias y niños.
Luzbeka disfruta tanto la fotografía que ha realizado trabajos muy diversos, pero lo que más le piden es fotografía familiar e infantil (incluyendo escuelas infantiles). Este es un área en el que se siente muy a gusto y además le regala las experiencias más divertidas. Trabajar con niños es para ella siempre un aprendizaje y le permite disfrutar a plenitud del encanto, la gracia y la autenticidad de cada peque. Este trabajo ¡le mantiene el alma joven! Lubezka se ha dedicado toda la vida al mundo audiovisual. Estudió cine y después de muchos años disfrutando de hacer producción para cine y televisión, quiso probar la experiencia de comunicar a través de la fotografía. La sensación de plenitud que brinda la fotografía es su principal motivación. Compartir con niños y familias que le permiten formar parte de su historia es para Lubezka algo invaluable.
¿Cómo puede contratarse el servicio de fotógrafo infantil? ¿Con cuánto tiempo de anticipación recomendáis reservar y por qué?
Dentro de la fotografía infantil, las Comuniones, las mini-sesiones de Navidad y trabajos en escuelas infantiles (Navidad y orlas) suelen reservarse dos o tres meses antes de la fecha de entrega. Como son temporadas altas para los fotógrafos, conviene reservar a tiempo para tener mayor oportunidad de elegir día y hora.
Así también podemos estar seguros de que los productos llegarán a tiempo (álbumes, recordatorios, orlas, fotos impresas, anuarios, etc.) y podremos organizar un plan de trabajo con márgenes de tiempo suficientes para cubrir imprevistos (por ejemplo, un día lluvioso, un constipado…).
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