Nacho Redruello, madrileño de 43 años que reside y trabaja en su ciudad natal, fundó hace 4 años Arquitectura Invisible con el fin de crear espacios emocionantes y saludables. Compone la empresa un equipo multidisciplinar formado por arquitectos, diseñadores, artistas e interioristas. Después de una experiencia de 8 años siendo socio de Pingpong Arquitectura, Nacho decidió crear Arquitectura Invisible para centrarse en los procesos invisibles que construyen la arquitectura.
Últimamente realizan sobre todo espacios de hostelería, un ámbito de trabajo que les gusta mucho ya que aporta mucha libertad para generar espacios interesantes, con gran carga creativa y mucho potencial para experimentar con el espacio y las sensaciones. Nacho es arquitecto gracias a su madre, quien se empeñó en que fuera arquitecto y él siguió ese camino. Muy rápidamente le empezó a apasionar la arquitectura y el generar espacios, especialmente aquéllos que puedan ser usados de manera diferente a lo que estamos acostumbrados. Y así, poco a poco, Nacho empezó a tener más en cuenta la escala pequeña, la escala del contacto con el ser humano, que está más presente en el mundo del interiorismo. Lo que le empuja todos los días es el concepto de responsabilidad y el tener la convicción de hacer lo que debe hacer, algo que procura a diario y ésa es su mayor motivación, mucho más que premios o alabanzas.
¿Cuales son las fases a seguir en un proyecto de arquitectura de viviendas?
Como en cualquier otro proyecto, la primera fase consiste en diseñar con el cliente, definiendo los conceptos y teniendo en cuenta todos los requerimientos necesarios. Una vez se tiene este proyecto básico, ya se pueden pedir la licencia de obras para que se vayan agilizando los trámites.
Posteriormente, se desarrolla todo un proyecto de ejecución definiendo todos los detalles que harán posible construir el proyecto. Por último, se realiza el seguimiento de la obra, para conseguir que se ejecuten los trabajos tal y como se han realizado en el proyecto de ejecución, a la vez que se van resolviendo todos los problemas que vayan surgiendo, así como se lleva a cabo la detección de posibles mejoras.
¿Cómo se cálcula el coste de un proyecto de arquitectura? ¿En que factores se basa el cálculo?
Realizar un presupuesto no es más que despiezar absolutamente todo un proyecto en las partes más pequeñas posibles, teniendo en cuenta tanto el material como la mano de obra. Una vez hecho este despiece, solamente hay dos elementos que determinan el precio: uno es la medición o cantidad de cada unidad concreta y otro es el precio unitario.
Estos precios generalmente se recogen de una base de precios homologada, realizada por el colegio de arquitectos, por institutos especializados en construcción o por los propios ayuntamientos. Por otro lado, están los precios que establecen las constructoras, normalmente, por experiencia o bien pidiendo presupuestos a quienes van a ejecutar las obra. De este modo, partida a partida y unidad por unidad, se construye finalmente la totalidad del presupuesto.
¿Qué problemas se pueden evitar al contratar a un arquitecto técnico?
Como es obvio, el hecho de tener contratado a un técnico especialista en construcción hace posible que cualquier obra, hasta la más pequeña, se ejecute lo más rápidamente posible, con una mayor eficiencia y con menores costes que si se realizara directamente desde la propiedad.
Por lo general, el coste de un técnico en una obra suele salir gratis o incluso te puede hacer ganar dinero a nada que la obra tenga un poquito de entidad.