Carlos Ramallo, nacido hace 33 años en Málaga, dirige Ramallo Abogados, un despacho principalmente personal, aunque también realizan colaboraciones con profesionales que, de una u otra manera, aportan valor al resultado que ofrecen a sus clientes. En los últimos años han experimentado un crecimiento exponencial, ligado sobre todo al crecimiento urbanístico y a su amplia especialización en el derecho inmobiliario y en procesos de compraventa.
Nos explica Carlos que su profesión siempre se demanda en momentos de extrema necesidad para sus clientes. Bien en lo penal, en lo civil o en lo inmobiliario, lo que buscan siempre es ser el punto de apoyo y resorte para los clientes. Carlos se siente motivado por lo ya conseguido y por lo que pueden conseguir en el futuro, ya que buscan seguir creciendo como despacho y poder aumentar su servicio en más ubicaciones.
¿En qué áreas del derecho os habéis especializado? ¿Cómo está integrado vuestro equipo de profesionales?
Como letrados, controlamos todas las áreas del derecho, aunque es cierto que, por distintas relaciones profesionales, hemos enfocado nuestra acción en una serie de ámbitos específicos, como es el caso del derecho inmobiliario y de las grandes inversiones. Nuestro equipo, además de por letrados, se estructura con una serie de profesionales. que abarcan diversas áreas profesionales como la comunicación, el desarrollo de negocio, incluso áreas tan dispares como la decoración. La idea que buscamos transmitir a nuestro cliente es que somos su vehículo hasta el final del proceso.