Juan Manuel Rodríguez Jiménez, natural de Salamanca, ejerce como psicólogo en Asturias. Trabaja en solitario, aunque en la consulta de Gijón suele haber personal en prácticas, tanto de Grado como del Máster en Psicología General Sanitaria. En este sentido, Juan Manuel es tutor de prácticas en la Universidad de Oviedo, en la Universidad Europea del Atlántico, en la Universidad Isabel I, en Grado de Psicología, y en UDIMA para el Máster de Psicología General Sanitaria. Comenta que en los últimos años se ha dado un importante impulso en la tecnificación de las consultas, ampliando material de investigación y de medición.
Juan Manuel no tiene un área específica de especialización, aunque el enfoque es el cognitivo-conductual. Explica que en la consulta se abordan todo tipo de problemáticas, aunque se incide de un modo especial en el análisis funcional de la conducta. De hecho, el nombre del gabinete precisamente es ese: Gabinete de Psicología Aplicada y Análisis de Conducta. Nos indica que el instrumental de psicofisiología es de uso habitual, y resulta extremadamente útil como ayuda en el tratamiento de diferentes problemas. Entre el material usado, tanto en la consulta de Oviedo como en la de Gijón, se encuentran electromiogramas, diversos tipos de GSR, tanto de conductancia como de resistencia, electroencefalograma monopolar seco (BCI), así como también es habitual la monitorización de temperatura periférica, tasa cardíaca y presión arterial. Estos instrumentos se usan tanto en investigación como en intervención, en este caso, tal como ha comentado, para hacer mediciones y como instrumental de biofeedback.
Juan Manuel tiene diferentes motivos para desempeñar su trabajo, pero fundamentalmente el principal es el interés que desde siempre tuvo por los aspectos vinculados a la conducta. De hecho, antes que psicólogo, ya desde pequeño su pasión era la etología. Con el paso de los años, fue cambiando, pero sus vocaciones siempre han girado alrededor de "universos" relacionados.
¿Cuándo creéis es el momento indicado para pedir una cita con psicólogo especialista en parejas?
En cualquier momento en el que la pareja no puede resolver conflictos por sí misma. No quiero decir que, cuando esto ocurra, tengamos necesariamente que acudir a un psicólogo, pero ese sería el momento adecuado. Es habitual que las parejas resuelvan por sí mismas sus problemas.
No obstante, en muchos casos la intervención externa puede facilitar mecanismos de cambio que ayuden a tomar decisiones o a transformar determinadas conductas que subyacen al conflicto o al problema conyugal. En realidad, no existe un momento concreto para establecer la intervención. Cada pareja es un organismo en sí, y será aquel momento en el que se aprecie que la situación está desbordando los recursos de ambos miembros.
¿Cuáles son los tipos de terapias familiares que ofrecéis a vuestros clientes?
Empleo la terapia cognitivo-conductual para parejas, y la terapia familiar sistémica. Sobre la primera de ellas, hay que indicar que la terapia cognitivo-conductual se trata de una terapia estructurada. Consta de diferentes fases, en las que cada una de ellas tiene un objetivo concreto.
En primer lugar, la fase de evaluación persigue evaluar las características individuales que pueden estar asociadas al conflicto junto con la propia dinámica o características de la pareja, como un único organismo. Una vez que se tiene conocimiento de las diferente áreas problemáticas, se pasa a la siguiente fase, que es acentuar lo positivo de la pareja dejando aparcado el conflicto. Posteriormente, se aborda la comunicación, para finalizar con técnicas de negociación y la propia negociación y el abordaje de conflictos. La terapia familiar sistémica trata de incidir en el aspecto de la familia como un organismo único, en el que cada uno de los componentes desempeña una función específica pero que afecta a la totalidad del organismo. Es importante aclarar que la terapia de pareja no solo persigue la continuidad de esta, sino que también existe una modalidad de terapia para la separación, en cuyo caso, el principal objetivo es la protección de los menores, a la vez que busca prevenir conflictos emocionales en los cónyuges.
¿Después de cuantas sesiones de terapia suelen verse avances?
Depende del motivo que desencadene el conflicto. En la primera sesión pueden verse avances, que luego se pueden desvanecer fácilmente a partir de la tercera o cuarta. No obstante, pasado este punto crítico la terapia suele resolverse de forma positiva. Si eso no ocurre, la terapia fracasa.
No obstante, este fracaso está relacionado con los objetivos planteados de continuidad, y no tanto con la resolución de la relación. En la mayor parte de los casos que esto ocurre, podría considerarse incluso un éxito, al evidenciarse resistencias a la ruptura. Es decir, la propia aceleración del fracaso podría determinar un final que habría ocurrido de cualquier modo, pero a través de un período temporal mayor.
¿Cuál es la diferencia entre asistir a una terapia psicológica en pareja o de forma individual?
La principal diferencia es que en el caso de la terapia de pareja, ésta es tratada como un mismo organismo. Se investigan las dinámicas que subyacen y, evidentemente, también, al igual que en el caso de la terapia individual, se procede en la primera fase con la evaluación. Al igual que la terapia individual, la terapia de pareja es estructurada, se dirige a la consecución de objetivos definidos y se avanza para ello de forma planificada, siempre trabajando en equipo.