Marcos Antonio González Tesán, nacido en Vigo en 1972, es Licenciado en Derecho (San Pablo CEU Madrid) y en Historia (UNED) y completó el Master de Asesoría Fiscal del Instituto de Estudios Superiores del CEU San Pablo en Madrid. Marcos Antonio pertenece, como socio fundador, al despacho CLOVER ASOCIADOS, desde octubre de 2011, junto con sus socios Dña. María Cazorla Torrado, D. José María Criado del Rey Tremps y D. Jorge González Pérez. Marcos Antonio nos explica que el Derecho Tributario es, a la par que dinámico, una rama especial que, de una manera transversal, toca a todas las ramas del Derecho (Civil, Mercantil, Administrativo, Penal…) de tal manera que los asuntos requieren un conocimiento amplio y ello resulta muy interesante de cara a una formación continua.
Por otra parte, el Derecho Tributario pone en contacto estrecho al profesional tanto con empresas como con personas físicas y, a mayores, dispone de un elemento muy atractivo: la capacidad de planificar, es decir, no solo el profesional resuelve conflictos sino que además tiene la capacidad de anticiparlos y, bien mitigarlos, bien eliminarlos. Por otra parte, el conocimiento y experiencia de este despacho en, por ejemplo, Derecho Sucesorio les abre muchas vías de trabajo como las de la planificación hereditaria, la resolución de conflictos entre herederos… Por último, su área procesal (dirigida por el socio Jorge González Pérez) ha venido desarrollando una importante actividad en asuntos como reclamaciones contractuales o frente a entidades financieras pero, además, también en esta área se han preocupado de anticipar los problemas con el asesoramiento en la elaboración de contratos complejos. Para Marcos Antonio su trabajo consiste en resolver conflictos, anticipándose a ellos o, si ya han surgido, conciliando o litigando, si no queda otro remedio. Por eso, Marcos Antonio se califica, recordando al Quijote, como un “desfacedor de entuertos”.
¿Qué consejo me darías a la hora de escoger un bufete de abogados?
Por un lado, analizar la especialización del mismo y su adecuación al caso que se pretende plantear y, por otro lado, la confianza y honestidad con que trabaje. Cuando hablo de honestidad, me refiero concretamente a que la primera opinión recabada valore efectivamente la viabilidad del asunto encomendado.
Es decir, no generar un pleito cuando de la información ofrecida no se deduzcan ciertas posibilidades reales de éxito para el cliente (la creación de falsas expectativas resulta, en mi opinión, un defecto grave de un abogado).
¿Cuales son los tipos de solicitudes que atendeis con mayor frecuencia en vuestro bufete de abogados?
Fundamentalmente, dentro del área mercantil y tributaria, nuestra intervención se centra en recursos frente a actos administrativos emanados de procedimientos tributarios (comprobaciones, sanciones, inspecciones…) y planificación tributaria de patrimonios (y herencias) y/o operaciones de compraventa de empresas o bienes.
En el área procesal, la intervención en nombre de empresas y particulares en procedimientos judiciales, especialmente, relacionados con contratos (en general o, en particular, cláusulas contractuales) así como reclamaciones de cantidades por responsabilidad contractual y/o extracontractual.
¿Por qué creéis que resulta importante contar con un bufete de abogados de amplia experiencia trayectoria en el campo?
Porque tal vez sea la manera más fácil de entrar en el mundo jurídico, tan complejo para un lego en la materia. Me explico: la mayoría de la ciudadanía tiene conocimientos básicos de Derecho por lo que lee o escucha, pero, cuando se enfrenta a un problema jurídico personal de verdad eso no es suficiente.
El ciudadano convencional precisa, para su seguridad en un entorno que no maneja, acudir a alguien que tenga experiencia previa en ese campo en concreto. Por tanto, es una cuestión de sentirse “seguro”, un tema de confianza en la experiencia de un profesional en un caso concreto.