Javier Leonardo Rímolo es arquitecto por la Universidad de Buenos Aires, en ejercicio de la profesión desde 1990. Además de su título de grado, tiene un máster en la enseñanza del diseño arquitectónico por la Universidad Politécnica de Zürich, Suiza, máster en prevención de riesgos laborales por la Universidad Menéndez y Pelayo, máster en mediación civil y mercantil por el Instituto Superior de Derecho y Economía, Madrid y máster en ingeniería de la valoración por la Universidad Politécnica de Valencia. Ha desarrollado su profesión y formación continua en Argentina, Suiza y España como arquitecto formando parte de un estudio, como profesional liberal así como en la enseñanza de la arquitectura. Desde 1997 reside en España, donde, junto con su socio Vicente Ciriaco Grosso, llevan dos despachos. Han desarrollado todo tipo de trabajos de edificación residencial, comercial e industrial. Además, Javier se dedica a las tasaciones inmobiliarias para entidades financieras y actúa como perito judicial para la administración de Justicia, así como para bufetes de abogados. Pertenece a varias asociaciones de profesionales y peritos.
Actúa, por tanto, en varios aspectos de la actividad profesional. Como arquitecto, nos explica que la actuación más requerida por los clientes es la de ostentar la figura del "project manager" o gestor de proyecto, es decir asistir al cliente en todos los aspectos relacionados con la concreción de un proyecto desde la elección del inmueble hasta la finalización del proyecto, es decir que el cliente esté disfrutando del elemento terminado y se hayan atendido todas sus expectativas.
El principal motivo por el que Javier Leonardo Rímolo escogió este empleo es por la interacción con el cliente. El trabajo con otras personas para materializar un proyecto es una labor de aporte y de mucho aprendizaje para cualquier profesional. Cree que la única manera de llevar adelante cualquier proyecto parte de la necesidad de acercarse al cliente con todos los sentidos abiertos, aprehender elementos del cliente y empatizar con él.
¿Qué problemas se pueden evitar al contratar a un arquitecto técnico?
En primer lugar, se evitan problemas con las administraciones. Es sabido que en demasiadas ocasiones se minimizan las responsabilidades civiles e incluso penales al ejecutar una obra, por lo que, siguiendo la intención de abaratar costos, se incurre en el error de trabajar sin licencia ni control técnico.
La presencia de un técnico conlleva necesariamente la legalización acorde a la normativa en vigor de la obra a ejecutar. Así mismo, se evitan problemas de coordinación, control y gestión general de la obra, garantizando un seguimiento de los tajos, el control de acabados y las certificaciones de obra.
¿Cuales son las ultimas tendencias de arquitectura en el aprovechamiento espacios?
Es evidente que la experiencia del confinamiento forzoso debido a la pandemia ha hecho que se valore de una manera sustancial la interrelación de los espacios exteriores con los interiores, así como las condiciones de ventilación, asoleamiento y habitabilidad de los interiores.
Todo ello, sumado a la creciente concienciación de la necesaria eficiencia energética de nuestros edificios, me atrevería a decir que hace que vayamos a una concepción de los espacios menos tecnológicos y artificiales, hacia una arquitectura más para la gente.
¿Cuál es la importancia de contratar a un arquitecto en reformas integrales?
En todo caso, podemos afirmar, sin duda, que para el cliente, el hecho de tomar la precaución de contratar un técnico le va a garantizar niveles de calidad y de ejecución, así como el tener la seguridad de que las obras encargadas van a realizarse dentro de la legalidad y la normativa en vigor. En mi caso en particular, dado que mi asesoramiento para con el cliente se inicia desde que éste recurre a mí para definir el inmueble, edificio o parcela sobre la que se va a actuar, tendrá el apoyo como tasador, perito, diseñador y coordinador de la ejecución.