José Miguel del Río, de 42 años, nacido y residente en Valencia, casado y con dos niños, afirma que sus hijos han sido sus maestros, que le han ayudado a trabajar aspectos de él que, de no ser por ellos, nunca hubiera trabajado ni hubiera llegado tan lejos. Tanto a sus hijos como a su mujer les está muy agradecido por su apoyo a la hora de seguir sus sueños. José Miguel está renovando su actividad profesional, ofreciendo además de clases presenciales, clases online, seminarios, viajes, clases al aire libre, en pabellones, todo menos dejar de entrenar. Empezó a los 9 años en las artes marciales, con Judo y Kung fu. Tuvo que dejarlo por cuestiones familiares pero regresó 10 años después y desde entonces está metido en este mundo. Ha participado en numerosas competiciones y exhibiciones logrando varios podiums. Es árbitro nacional y organizador de eventos por la E.P.K.A y ha sido entrenador del equipo de competición de la Asociación Nei Kung de Valencia. Se considera muy afortunado por aprender de los maestros que ha tenido: en Valencia con Carlos Diez y Agustín Varea y en el extranjero pudo entrenar en un templo en China en el verano de 2003. Desde 2004 a 2008 José Miguel estuvo viajando a Japón todos los veranos para entrenar con distintos maestros de distintas disciplinas, siempre dentro del Kung fu y Tai chi. Los maestros de “Puño Largo” Kuroda y Nakano y Takayama Munehisa. La maestra de la forma Yang de Tai chi Takayama Eseko, el monje Shaolin Kawaguchi Satoshi. Más adelante, hacia el 2010, José Miguel entrenó con Jaume Cantó, director de la Escuela de Muay Thai “Muay Sangha Valencia”, practicó Muai Thay tradicional y, de su mano, conoció a Kru Pedro Solana Villalobos, con quien pudo asistir a clases y cursos, aprendiendo las cualidades de este arte marcial. Por ese tiempo también aprendió Krav Maga, siendo alumno de Julio Sotos. En 2014 viajó a Letonia a aprender las bases de Systema, el arte marcial Ruso con Rob y Sergej Zhukov. “Wu Kung” nació en 2008, con clases de niños y adultos de Kung fu, y de Tai chi para adultos. Con el paso del tiempo José Miguel se ha especializado en la defensa personal, de la que imparte clases. Generalmente lo trabaja todo unido en las clases regulares, aunque las clases individuales son bastante solicitadas. Ha estado acompañado de un compañero, Miguel Castelló, que se encarga de las clases para niños.
La defensa personal es lo que a José Miguel más le gusta. Dentro de su área de especialización le gustaría que se impartiera en los colegios como una asignatura más, pero teme que esto es una utopía. Explica que los alumnos y alumnas más noveles piden que les enseñe rápidamente. Afirma que es divertido hacer que se den cuenta de que requiere de tiempo para que las técnicas salgan dignamente. Por otro lado, los más veteranos piden que les corrija los errores y les dé tiempo, cosas de la experiencia. José Miguel disfruta con las Artes Marciales. Indica que se crean relaciones muy especiales, aprendes en un ambiente sano, de mucho compañerismo y respeto. En clase da igual si eres abogado, barrendero o jubilado, todos dan lo mejor de sí sin mirar quien está delante. El bienestar que produce una buena práctica, todo el conocimiento que se esconde detrás de cada técnica, de cada movimiento, de cada explicación, no hay nada que no esté pulido desde el corazón. Cuando se lleva un tiempo es casi como un propio psicólogo/a, es un estudio interno de cómo te mueves, cómo te desarrollas, donde están tus límites, de qué tipo son, físicos, mentales, emocionales… “Puños y Corazón en uno” es una frase Shaolin.