Generalmente las personas acuden a nosotros por dolores de cabeza, cuello, espalda, cintura, ciáticas, migrañas, sobrecargas musculares, etc. Muchas veces esas mismas personas se sorprenden cuando tras un tiempo recibiendo cuidado quiropráctico empiezan a ver cómo su organismo comienza a mejorar en muchos otros aspectos.
Es el caso, por ejemplo, de dificultades de tránsito lento intestinal, acidez, dificultad de descanso, problemas hormonales, alergias, etc. Es muy lindo escuchar cuando una persona te cuenta que ya no necesita tomar determinada medicación, pero también es importante transmitir que la quiropráctica no es una tratamiento que busque curar nada en particular, simplemente busca hacer que el organismo funcione mejor.