Para empezar, nosotros necesitamos tener feeling con nuestros novios, necesitamos conocerlos, para poder elegir los proveedores que mejor se adapten a ellos, por carácter, estilo, gustos etc. También es importante saber el número de invitados. A partir de ahí empezamos un diseño personalizado (definir estilo).
Tomamos decisiones tanto en papelería como en el diseño floral, la decoración del seating plan, el candy bar, el photocall, rincones que enamoran. Elaborando un sincronismo perfecto con nuestros proveedores elegidos ( fotógrafo, dj, florista, peluquería y maquillaje) con un timing y una coordinación precisa y perfecta con ellos, para que el día de la boda esté todo coordinado, para que sepan cada uno su trabajo y la hora a la que tienen que acudir, cómo y dónde. Tiene que estar todo bien dirigido como si de una orquesta se tratase, porque nada puede fallar, para ello siempre contamos con un plan B y simplemente os tenéis que dejar mimar y disfrutar .