Ángela Cubero nació en 1972 en Doña Mencía, Córdoba (España) y tras diversos problemas de salud y dos operaciones, se interesó por el yoga, que muy pronto le hizo sentirse mejor y estimuló querer aprender más sobre esta disciplina.Cursó una formación en Vinyasa Yoga, otra en Hatha Yoga y de ahí pasó al interés por la medicina natural y la alimentación.

Este interés le llevó a seguir formándose cursando un Máster de dos años en Nutrición Celular Activa y Ortomolecular, tema que consideró fascinante y que requiere un conocimiento exhaustivo de Bioquímica. También se formó como técnico en alimentación, yoga para embarazadas y postparto, yoga aéreo, yoga para niños, yoga terapéutico, meditación y mindfulness, alimentación consciente, Reiki Usui, aromaterapia y muchos otros talleres. En 2014 empezó su experiencia como formadora. Considera que el Yoga es infinito y no se acaba nunca, por lo que siempre está aprendiendo.

Ángela se licenció en Ciencias Biológicas y trabajaba en una agencia de viajes antes de descubrir el yoga y dar un giro a su vida a nivel personal y laboral. Hoy en día su empresa Lumiere Zen Garden Yoga Córdoba está formada por tres socios, aunque una de ellas Teresa Fernández Casares desarrolla su actividad como profesora de yoga en Cádiz en la actualidad y Antonio Ayllón Peña está más centrado en la consulta de osteopatía, nutrición, hipnosis, biomagnetismo y electroacupuntura de Voll. La motivación para fundar su empresa fue proporcionar lo mismo que a ella le dio tanto bienestar y salud para poder compartirlo con más personas.

Yoga Córdoba, ¿Por qué decís que el yoga es equilibrio? ¿Cuándo podéis decir que una persona consiguió ese equilibrio?

Yoga significa unión de cuerpo, mente y espíritu y unión también del individuo con el Cosmos. Si sólo trabajas una parte y te olvidas de las demás no habrá equilibrio ni físico ni emocional.

El Yoga es una disciplina que abarca una atención al cuerpo a través de las posturas (âsanas), a la mente a través de la respiración (pranayama) y al espíritu a través de la meditación (dhyana). Se preocupa además de la alimentación y de la limpieza del organismo. Por sí solo, con la práctica, te va llevando al equilibrio en todas tus facetas. Lo alcanzas cuando de repente un día, en tu práctica, sientes una gran paz interior, incluso dicha y te empiezas a dar cuenta que cada vez son más frecuentes esos momentos. Eso hace que tu vida sea más saludable y tranquila.

¿Qué elemento preferís utilizar para las clases de yoga terapéutico y por qué?

El yoga por sí solo, sin pretenderlo ya es terapéutico. No son necesarios los elementos aunque es cierto que para las variantes de las posturas según las necesidades de cada alumno, son de ayuda. Se utilizan cinturones, mantas y ladrillos, principalmente para facilitar a las personas que tienen menos elasticidad o alguna lesión de columna, por ejemplo, la ejecución del âsana.

¿Qué diferencia hay entre el yoga aéreo y el yoga tradicional? ¿Cuál es el propósito del yoga aéreo? ¿A quiénes aconsejáis practicar este tipo de yoga?

El yoga aéreo utiliza para sus clases un columpio que se cuelga de una estructura en el techo. El yoga tradicional sólo necesita de tu cuerpo y tu disposición para practicar. En cuanto a lo que aportan, la filosofía es la misma, la diferencia se da sobre todo en la ejecución de las posturas (principalmente en las invertidas). El columpio te permite hacer posturas en inversión con gran facilidad y sin temor a lesiones y ello tiene múltiples beneficios tanto a nivel de columna vertebral (descoactando) como a nivel de riego sanguíneo en el cerebro y órganos internos).

Hay enfoques del yoga aéreo muy acrobáticos, para los cuales es cierto que hay que tener cierta preparación física pero también hay un enfoque muy terapéutico al que puede asistir cualquier persona aunque siempre teniendo en cuenta las características particulares de cada uno y, como siempre, adaptando la práctica.

¿Cuánto cuesta el curso instructor de yoga nivel 1? ¿Cuántas semanas dura este curso? ¿Este curso expide un certificado?

En cuanto a las formaciones, la primera que hicimos fue la de Instructor con una duración de 6 meses, pero como ya hemos comentado antes, el yoga es tan extenso que cuando terminamos una, tenemos muchas ventanas abiertas que dan a un gran campo de posibilidades y sentimos la necesidad de seguir aprendiendo y practicando, así que por demanda de nuestros alumnos fuimos desarrollando otras y en la actualidad ofrecemos las siguientes:

Formación de Instructor de yoga; 120 horas o 200 horas, un fin de semana al mes durante 6 o 9 meses respectivamente y avaladas por la Asociación Internacional de estilos orientales y la Yoga Alliance.

Formación en Yoga Terapéutico. 120 horas, un sábado al mes durante 9 meses.
Formación Instructor de Meditación y Mindfulness. 200 horas, un sábado o domingo al mes durante 9 meses, más retiro de fin de semana.
Formación Yoga Niños. Dos fines de semana.
Formación Yoga Aéreo. Formato intensivo de fin de semana o 3 sábados.

En cuanto a los precios, pueden variar según la forma de pago mensual o si se paga su totalidad al comienzo.

El Yoga como experiencia clave para mejorar la salud y la vida

Ángela nos ha explicado el enorme impacto positivo que el Yoga tuvo en su vida. Cambió su destino profesional, mejoró su salud y le llevó a un itinerario formativo ambicioso y exigente, lleno de conocimiento. Su empresa es, por tanto, mucho más que un negocio: es un proyecto solidario donde quiere compartir su experiencia y su saber con otras personas para procurarles bienestar y salud a través del Yoga.