La empresa Meta2020 está conformada por la cacereña de 38 años Carmen Caballero y por Javier Sanz, burgalés de 36 años. Ambos son licenciados por la Universidad de Valladolid y después de varias experiencias laborales, estando recién titulados tuvieron que adaptarse al nuevo entorno laboral a causa de la crisis económica del 2008. Esa adaptación les llevó a re-aprender la profesión y a trabajar fuera de España.
Pasaron tres años en Chile, en la oficina de Michel Bier, arquitecto austriaco especializado en Patrimonio, y del que aprendieron mucho tanto de él como del país andino. De regreso a España, en tres años con su oficina propia ya han realizado más de 15 proyectos, prácticamente todos con los principios de eficiencia energética y arquitectura bioclimática.
Su área de especialización es la arquitectura y construcción de alta eficiencia energética y con materiales naturales (si el cliente lo autoriza) que aportan unos ambientes sanos y confortables. En concreto se han especializado en el diseño y construcción de edificios de paja. El 80% de sus clientes acuden a ellos por su experiencia en este tipo de construcción, con el que también se puede conseguir el estándar Passivhaus. La posibilidad de realizar sus proyectos con estas premisas les apasiona. Sus diseños consisten en casas muy confortables que apenas gastan energía y que son respetuosas con el medio ambiente desde que se construyen hasta más allá de su vida útil.
Lo que se estudia en la universidad poco tiene que ver con la realidad luego. Digamos que, entre otras cosas, nos han enseñado a tener una gran capacidad de adaptación a las circunstancias. Y eso hacemos. Nos dedicamos a la arquitectura por vocación. Lo bonito de esta profesión, además de la parte creativa, es que es muy versátil. La prueba de ello es que estamos especializados en Bioconstrucción y en edificios de consumo casi nulo, sin que apenas nos formaran en esto en la universidad.
A todos nuestros clientes, busquen el tipo de vivienda que sea, les animamos a que no sean personas “infelizmente hipotecadas”. Aunque suene a perogrullada, es fundamental para que el proceso de hacerte una casa no sea tortuoso. Desde las primeras reuniones, les informamos de todos los gastos que implica hacerse una vivienda, y a partir de ahí, ellos pueden decidir cuántos metros cuadrados quieren construirse; obviamente, viendo con ellos el programa de necesidades que tienen. Si fuera una casa de consumo casi nulo, les recomendamos que sólo contraten a profesionales especializados en este tipo de edificios, porque no se trata de “una vivienda convencional a la que se le pone un poco más de aislamiento”. Es en la fase de construcción donde más se necesitan personas involucradas con este nuevo concepto de vivienda.
Respecto al proceso de diseño de una vivienda pasiva, sí es cierto que hacemos mucho hincapié en la fase de anteproyecto. Para nosotros es fundamental que el cliente esté convencido de cómo va a ser su vivienda y de cómo va a funcionar energéticamente. Por eso, partiendo de las premisas que nos dan los clientes, y sobre todo dependiendo del terreno y del entorno donde se ubica la construcción, empezamos a diseñar con estrategias pasivas de la arquitectura bioclimática.
Carmen Caballero, que es la Certified Passivhaus Designer, empieza desde muy pronto a modelar el 3D del edificio para obtener valores energéticos y así poder diseñar todos los parámetros que nos van a afectar más, como pueden ser las sombras, los aleros, las ventanas y sobre todo, la composición de la envolvente. Así les vamos enseñando el diseño básico, hasta elaborar finalmente unas imágenes 3D para el cliente y para ser usadas por nosotros mismos para meternos más con espacios y materiales.
Las diferencias entre arquitectura tradicional y de consumo casi nulo no deberían ser muy relevantes. Toda arquitectura debería ser bioclimática en sí misma y es, de hecho, el principio en el que se basa el concepto de casa pasiva. Otra cosa es el diseño de la construcción, que sí necesita un cambio de mentalidad con respecto a lo que se está acostumbrado. El resultado, finalmente, será un producto que no dejará de amortizar la inversión durante toda su vida útil.
La arquitectura destinada a diseñar y construir edificios con consumo casi nulo aúna las tecnologías presentes con el uso inteligente de materiales que se han utilizado en la arquitectura tradicional o vernácula, como la tierra, la cal o la paja. A esta reunión del pasado y el presente, se une la esperanza de un futuro mejor, con un uso más sostenible de los recursos y un mayor respeto por el medio ambiente. En Meta2020 arquitectos conjuntan, por tanto, lo mejor de ayer y de hoy para lograr un mejor mañana.