Jennifer Romanos Rubio, nació en Alemania, tiene 35 años, y ella ya es la tercera generación de floristas. Sus abuelos al igual que sus padres vivieron y trabajaron en el mundo del cultivo de la flor. Ya en los años 60, sus abuelos trabajaron en cultivos de flor, en unas fincas grandes de Alemania. Sin embargo Romanos floristas, se fundó por sus padres aquí en España, en el año 1987, siendo productores de flor cortada con especialidad en cultivos de rosas. Siempre han sido una empresa familiar.
La floristería llegó un poquito después cuando su madre realizó cursos en arte floral, se especializó en este arte y se instaló con su floristería realizando trabajos para bodas, decoraciones de mesas para restaurantes, arreglos florales para grandes superficies. Actualmente Jennifer continúa con este legado que tanto le apasiona y que ha vivido desde niña.
Están especializados en todo tipo de trabajo de arte floral y decoración con plantas ornamentales, decoración de jardinería e interiores. Pero lo que más destaca es que son muy meticulosos por lo que se atrevería a decir que, son especialistas en hacer las cosas bien. Cuanto más gusta el trabajo que realizan, con más ganas y más esmero lo hacen.
Los trabajos que más le inspiran son: las bodas, los detalles personalizados, crear espacios preciosos para cada momento. Además de realizar trabajos que evoquen buenas sensaciones como arreglos florales, ramos de novias únicos, guirnaldas de mesas con preciosas caídas de flores románticas, delicadas, sutiles o efímeras, entre muchos estilos.
Su vida siempre ha estado rodeada de flores. Desde que era pequeña le encantaba compartir tiempo con su madre ayudándola en los trabajos de la floristería, observaba minuciosamente como trabajaba toda su familia en casa, en los almacenes, en los invernaderos y en las tiendas de flores. Además de ser algo heredado en su personalidad, tiene una gran pasión por la naturaleza, las plantas, la delicadeza de las flores.
En su tiempo libre le gusta pasear por la naturaleza y observar cómo crecen las distintas variedades de flores y plantas. Por todo ello, sus estudios fueron encaminados a dedicarse a este tipo de actividad. Estudió en Pamplona en el Instituto Agroforestal de Navarra, en Barcelona en la Escuela Catalana de Arte Floral, ha realizado multitud de cursos para especializarse en bodas.
Viajó a Niza varios años para realizar prácticas con una gran florista y aprender de las técnicas que se utilizan en Francia. Después viajó a Holanda y Alemania para hacer más cursos, ver ferias y demostraciones e incluso llegó a acudir al campeonato mundial de China del 2010.
No siempre tenemos la oportunidad, pero cuando podemos ir a entornos naturales, solamente con respirar profundo ese aire puro, observar y aprender de todo lo que allí nos rodea, nos sirve de inspiración para después poder realizar nuestras creaciones, nos sirve como manantial de ideas.
A la hora de realizar la decoración de una boda aplicamos todos los conocimientos mediante la formación que hemos adquirido, pero nos inspiramos con lo que la naturaleza nos evoca. Con todo el sector de la boda es muy amplio, a mí me encanta charlar con las novias y novios para descubrir sus gustos y saber cuáles son sus ideas. Ayudarles a darle forma a sus planes para nosotros es lo más importante. Saber captar sus ideas y hacerlo real.
En primer lugar, la calidad del producto. Buscamos siempre los mejores materiales para así servir lo mejor a nuestros clientes. En segundo lugar, la atención a cada uno, que ellos estén felices y satisfechos es nuestro mayor logro.
Por último, lo que nunca debería faltar es el amor por lo que se hace. Todo ello unido a la dedicación y constancia para mejorar día a día son los condimentos necesarios para mantener nuestra floristería. Esto se logra solo con la constancia en el trabajo y la ilusión por hacerlo bien.
Son mucho los factores a tener en cuenta. Por ello para poder hacer mi trabajo primero entrevisto a las parejas y así poder obtener toda la información que necesito. Saber en que lugar se va a realizar el evento.
Esto nos hace tener más claro que tipo de trabajo debemos realizar. Vestido de la novia, como es ella y que estilo le define más, su estatura y fisionomía. Todo esto influye en la decisión de cómo será su ramo. Además de todo esto hay otros factores, como aficiones de la pareja, sus gustos, tipo de boda que van a realizar.
Sé está poniendo muy de moda las bodas en jardines, para los que las parejas nos piden que realicemos decoraciones para convertirlos entornos románticos adecuados para realizar una boda. Para ello utilizamos centros, guirnaldas, elementos decorativos de todo tipo, arcos florales, puertas antiguas decoradas.
Las bodas en iglesias son mayormente las más demandadas, ya que son muy cálidas, nos gusta crear dentro de lo tradicional diferentes estilos, nos adaptamos bien a los ambientes de cada pareja. Decorando las entradas, puertas exteriores con semi arcos, guirnaldas, barandillas realizadas de diferentes verdes y flores.
En ROMANOS se encuentra gente que se esmera en mostrar la sensibilidad, complicidad y técnica a través de cada trabajo realizado. Asesoran para que cada cliente encuentre ese detalle o ramo tan especial con el que pueda expresar sus pensamientos o sentimientos. Emplean plantas delicadas que establecen la diferencia respecto a otras floristerías, poniendo a manos de su clientela hortensias, rosas, orquídeas que han sido cuidadas con gran profesionalismo. Se esmeran en llenar de luz y belleza ese día tan especial haciendo realidad el sueño de toda pareja.