Mònica Quintana es fotógrafa de familias en Figueres, Girona. Le gusta decir que fotografía el amor, ya que trabaja principalmente con embarazadas, recién nacidos, bebés y niños de todas las edades, y familias de todos los tipos. Pero a todas les une el amor y sus ganas de guardarlo para siempre en imágenes.
Su motivación para dedicarse a este trabajo vino del hecho de que a nivel personal vivió una experiencia traumática y complicada con la maternidad, y al empezar a fotografiar a familias, se dio cuenta de que le aportaba una gran felicidad. Conocer a las familias, compartir tiempo con ellas, retratar sus momentos mágicos, como la llegada de un hijo o hija… es algo que le llena muchísimo y le provoca muchísima alegría. Además, estar rodeada de bebés y niños es para Mònica una gran manera de llenarse de su energía pura y sencilla.
Mònica empezó en este trabajo en el 2013 de forma casi casual, y a partir de ahí descubrió su pasión. En el año 2014 abrió su local, un estudio precioso en una casa reformada de más de 125 años de edad, que además tiene un patio privado con un antiguo porche. Poquito a poquito y con mucho esfuerzo el estudio ha ido creciendo gracias a la confianza de todas las familias que han pasado por él.
Se especializa en fotografía familiar. Sobre todo se dedica a las embarazadas y recién nacidos, sesiones familiares, sesiones de fotos para niñas y niños, Smash the Cake, seguimientos del primer año de los bebés, comuniones… También realiza books por encargo y fotografía de eventos, incluídas bodas de pequeño formato, además de espectáculos.
Lo que más me gusta es entablar una relación de confianza con los clientes, quiero que me conozcan y conocer a las familias, conseguir que los bebés y niños se sientan cómodos conmigo, crear un ambiente de “buen rollo”, que las sesiones sean experiencias divertidas, especiales, relajantes…
Me gusta guiar un poquito las sesiones, para conseguir que salgan fotos muy bonitas en las que los protagonistas se vean bien. Además, para mí, lo más importante es captar su conexión. Si estoy fotografiando a una pareja que espera un hijo o hija, me gusta que sus fotos expliquen de qué forma el amor les ha llevado a emprender esa aventura.
Soy “Nikonista” desde que empecé. Trabajo con la Nikon D750. Me ofrece una gran calidad de imagen y unos colores preciosos. Para mí, que adoro la naturaleza y es el escenario para la mayoría de mis fotos, esto es importantísimo.
Las sesiones de fotos de recién nacido se suelen hacer en estudio por seguridad, pero para el resto dejo que sean las familias las que escojan en función de sus gustos.
Personalmente, adoro las sesiones de fotos en exterior. Me encanta la naturaleza y me fascina la luz natural, a pesar de que sea complicada de utilizar, ya que te tienes que adaptar a ella y no al contrario. Creo que la magia de la luz del sol no se puede imitar con flashes artificiales. Para trabajar con niños y niñas, es fantástico estar en un bosque, un riachuelo… son lugares que les animan a relajarse y ser ellos mismos.
Para preparar la sesión siempre hablo primero con la familia, ya sea presencialmente en mi estudio de Figueres o por teléfono, y decidimos el lugar, vestuario, cómo será la sesión… además, les doy muchos consejos para que todo vaya como la seda.
¿Qué incluyen los paquetes de fotos de familia? ¿Cómo se puede solicitar un presupuesto de fotos de familia?
Tengo muchas opciones para elegir. Con el tiempo, me he dado cuenta de que cada familia es un mundo y mis packs intentan adaptarse a ello, con opciones para todas las familias.
Los precios de mis packs están todos en mi página web www.monicaquintana.com, y para contactar conmigo se puede hacer por email escribiendo a la dirección de correo electrónico info@monicaquintana.com o bien por teléfono contactando con el número 625039226.
Si el amor puede fotografiarse, eso es lo que hace Mònica Quintana. Con su cámara persigue retratar esas emociones puras y naturales que surgen entre personas que se aman y que deciden formar una familia. El fruto de ese amor, encarnado en un bebé, crece tan rápido que es necesario guardar el testimonio de sus primeros días, sus primeras semanas, meses, sus primeros dientes y pasos, sus primeras palabras… en definitiva, todas esas primeras veces que llenan de felicidad a las familias y que son el patrimonio más preciado de nuestra memoria.
