Jorge “Koke” González, madrileño residente en vigo de 42 años, es un amante de la música, DJ, turntablist, bailarín de claqué y muchas cosas más… Desde joven estaba siempre rebobinando cintas de casete y poniéndoles a sus amigos escogiendo las canciones. Entró en el mundo del techno y después en el del house. Le enamoró esa música, ese sonido, y cómo el DJ manejaba los tiempos y el ambiente. Empezó a comprar vinilos, a ir a casas de amigos DJ con equipo hasta que logró tener el suyo propio. Con esfuerzo y dedicación fue aprendiendo a mezclar y cuando quiso darse cuenta, ya estaba pinchando en locales y clubs de Madrid.
Jorge es autónomo, tanto en el sentido literal como ahora también en el laboral. Como DJ Koke lleva desde finales de los 90 pinchando profesionalmente y a mediados de los 2000 empezó a utilizar los platos como su instrumento musical, participando y colaborando con grupos, músicos, cantantes, raperos y poetas, entre otros artistas. Ha conocido distintas escenas musicales y ha actuado en ciudades como Madrid, Barcelona, Colonia, Brigthon, Sharm el Sheikh, Vigo, Granada y muchas otras.
Como DJ, su prioridad es la música de baile y la música alternativa de calidad y, dentro de estos principios, busca mezclar los sonidos de músicas como el jazz, el funk, latin, world music, rock y/o cualquier estilo que se preste para bailar, con música electrónica de vanguardia. El resultado que ofrece es un sonido actual, muy de club, muy de baile y un manjar para los oídos. He aquí dos ejemplos del sonido que ofrece:
https://soundcloud.com/dj-koke/dj-koke-gonzalez-e-rythms-with-jazz-funk-and-latin
https://soundcloud.com/dj-koke/electrofunk-grooves
Es difícil para mí quedarme con algo concreto, pues nunca dejo de aprender y de descubrir y no me quiero cerrar a absolutamente nada. Tengo otros pseudónimos para pinchar algún estilo más concreto, pero como DJ Koke, si algo me identifica, es precisamente no agarrarme a ningún estilo concreto. Si acaso lo dejaremos en música de baile alternativa de calidad, mezclada con gusto y algo de scratch.
Intentaré sintetizar porque aquí podría extenderme muchísimo. Mi equipo consta de 2 platos (Technics SL1200), una mesa (Pioneer 707), un DIV (rane serato scratch live), un macbook y un controlador MIDI. Empezaré hablando del DIV (Digital Interface Vinyl), que es el programa que se utiliza para pinchar un archivo de audio digital (mp3, WAV, etc.) a través del vinilo, que en mi caso es el Serato, y acompañado de un Macbook, que es la mejor combinación posible.
Sobre los platos, los míos son Technics SL1200, y que yo sepa podrían tener mínimo 40 años y funcionan perfectamente, en durabilidad son insuperables, pero hace años se les acabó la patente del motor que era lo que les permitía monopolizar su uso profesional, y hoy en día hay más variedad y platos realmente buenos a un coste bastante asequible. Para mí no hay mejor herramienta para pinchar.
Actualmente se usan muchos controladores que imitan al plato, o CDJ que imitan al plato, pero señores, cómprense un plato, que además te permite escuchar vinilos. La mesa de mezclas, en mi caso es la Pioneer 707, buen sonido y robustez típicos de Pioneer, con la equalización por canal a tres bandas de cualquier mesa de sesión, pero además “de batalla”. Esto último es muy importante para los que hacemos turntablism ya que nos permite ajustar las curvas del fader y crossfader y/o ponerlas en modo reverso, importantísmo para el scratch.
El controlador MIDI lo utilizo para lanzar puntos CUE, loops, efectos, samples y cualquier cosa que me permita mi software, en este caso Serato. Por eso cuando doy clases o asesoro a gente que está empezando, siempre recomiendo platos, un plato bueno cuesta alrededor 350 € y un CDJ bueno para poder hacer cosas como en un vinilo cuesta 2000 € (aproximaciones quizá obsoletas , pues no estoy al tanto del mercado más actual). Los efectos y otras funcionalidades del CDJ los puedes conseguir también con un controlador MIDI y el software ya comentado. La única desventaja es el tamaño y el peso, pero para los más creativos e inquietos, sin duda, la mejor opción son platos.
Lo que busco en general en el equipo es la calidad del sonido, la versatilidad y sobre todo la estabilidad, que no se venga abajo en ningún momento.
Las modas van cambiando, y en la electrónica sobre todo, va cambiando el ritmo, muy poco o nada el compás (lo cual te permite mezclarlo todo entre sí), y el sonido cada cual tiene el suyo. Yo siempre estoy escuchando cosas nuevas, pero como hago con toda la música, solo si me gusta muchísimo y veo que funciona en la pista, la incorporo a mi maleta.
Los géneros tienen duración determinada en las discotecas más mainstream, pero siempre hay pequeños reductos para cualquier estilo en el underground. Por ejemplo, lejos estamos ya del boom del rock y hoy día se hacen unos discos fabulosos con esos sonidos. En particular, observo esto mismo en el caso del techno.
Por supuesto que son importantes, y más cuando te aportan algo a nivel creativo. El problema es que lo que se está haciendo en algunos casos es automatizar/simplificar procesos que facilitan ciertos aspectos, y que hacen que los DJ de hoy no sepan improvisar ni sacarle partido a sus temas. Por ejemplo, si siempre te mueves con el navegador, un día te falla y no sabes dónde estás ni a dónde dirigirte. Sin embargo, ciertas facilidades pueden permitirte realizar otros aportes distintos.
En cualquier caso cualquier herramienta que es útil siempre es bienvenida. La manera de utilizarlas y el resultado sonoro es lo que nos define a cada DJ. Las posibilidades hoy día son casi infinitas.
DJ Koke es ya un veterano de reconocido prestigio en el manejo de todas las herramientas que un buen DJ debe dominar, desde las que existían antes de la irrupción de las nuevas tecnologías hasta estas últimas que tanto han influido en la manera de trabajar de su gremio en los últimos años. Esa versatilidad le proporciona flexibilidad y capacidad de improvisación. DJ Koke experimenta con el sonido, mezclándolo y explorándolo para crear otro nuevo que arroje un resultado digno de su sello de calidad y que ofrezca a sus oyentes una experiencia musical de alto nivel.