Marcelo Marengo nació hace 56 años en la ciudad de Río Cuarto, provincia de Córdoba, Argentina. Él y su esposa, Sonia Little, son los propietarios de la tienda de servicios fotográficos Fotomar, en Alicante. Sus padres tenían un estudio-laboratorio fotográfico en Argentina y desde muy pequeño Marcelo aprendió todo lo relacionado con el revelado de carretes y el papel fotográfico. También aprendió a tomar fotos tanto de estudio como de eventos.
Se licenció en Matemáticas y Física Teórica, pero la escasez de la oferta laboral en esas áreas de estudio y en las de su esposa les llevaron en el año 2003 a buscar nuevas oportunidades laborales. Gracias a la ayuda proporcionada por el resto de su familia, decidieron iniciar el desafío de convertirse en emprendedores autónomos y dedicarse a la fotografía de manera profesional. El Estudio Fotomar es, por tanto, una pequeña empresa y cuentan con un trabajador indispensable, Iván Burgos, que forma parte del proyecto desde hace más de 13 años. Desde la fundación de Fotomar llevan acumulando más y más experiencia en este sector en el que siempre hay que actualizarse y seguir formándose.
Hablando ya de la de la toma de fotografías y las “armas” para retratar el alma de los clientes: lo más importante es saber “conectar” con el cliente, saber escuchar, y adaptarse uno a su idea (no al revés), y hacer esto como un amigo, no como un fotógrafo. Luego entra la parte técnica. En mi opinión, las luces disponibles durante la sesión juegan un papel crucial. Se debe usar la iluminación como instrumento para “esculpir” la imagen que se desea. En casos de muchos nervios, nunca está de más saberse unos cuantos chistes, hacer alguna broma. En ocasiones, también funciona intercambiar los papeles: darle la cámara al cliente, y ponerse uno a exagerar poses, por ejemplo.
Utilizo Cámaras reflex profesionales Canon, pero no porque otras marcas, como Nikon o Sony, no sean igual de buenas, sino porque todos mis objetivos, flashes, y demás herramientas son Canon, y sería carísimo cambiar de marca.
Nosotros tenemos un rango amplio de presupuestos de boda para adaptarnos lo mejor posible a las distintas necesidades de los novios. Por ejemplo, por 175 € cubrimos una boda civil típica, en Juzgados o Ayuntamiento. Incluye una hora de fotógrafo, y un mínimo de 100 fotos en formato jpeg, de alta resolución, retocadas todas profesionalmente para que quede una piel perfecta.Si lo que se busca es cubrir la boda casi en su totalidad, pero sin el convite, lo hacemos por 495 €. Esta opción incluye cuatro horas de tomas fotográficas, con varias localizaciones posibles, como la casa de la novia, la del novio, y el lugar donde se realiza la ceremonia, y ya se incluye un mínimo de 300 archivos, todos retocados. Finalmente, nuestra oferta de cobertura completa de boda son 950 €, 8 horas de cobertura fotográfica, e incluye el convite también, además de las respectivas casas de los novios y la ceremonia. En este último caso se incluyen, como mínimo, 500 archivos. Es importante recalcar que el número de archivos que ponemos en el pendrive es siempre un mínimo garantizado, pero que lo más probable, y normal, sean aproximadamente un 50% más , es decir: 150, 450 y 750 archivos para las respectivas opciones.
En cuanto a reportajes en exteriores, siempre damos un presupuesto ajustado a la necesidad del cliente, debido a que varía enormemente el tipo y estilo de fotografía que nos piden. Un precio orientativo, que cubre una hora en exteriores, son 145 €, y suele ser una sesión “comercial”,en una zapatería, peluquería o gimnasio, por ejemplo, que el cliente luego utiliza para dar contenido a su página web. En estos casos, incluimos un mínimo de 50 archivos, pero realizados con muchísimo cuidado en cuanto a luces, detalles, y geometría (evitando la deformación típica de los objetivos en la periferia), siempre en alta resolución, y cuidadosamente retocados. Por el mismo precio, sin embargo, también nos vamos a una playa, o parque, o sitios especiales (ruinas, puentes, estación de ferrocarril abandonada) para fotografía de modelos o eventos familiares, como cumpleaños de 15. El rango de tiempo es el mismo (una hora), pero en estos casos incluimos cien archivos en el pendrive.
Marcelo y Sonia trabajan la fotografía de un modo artesanal extrayendo de las imágenes la verdad esencial de las personas retratadas y de las historias que quieren contar: bodas, celebraciones familiares diversas, reportajes, etc. Cada persona fotografiada y cada evento supone un nuevo desafío, una nueva narración visual. En Fotomar personalizan cada encargo buscando los detalles más especiales para diferenciar a cada cliente y hacerle sentir tan único como realmente es.
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