Javier del Río Mol, jardinero en Málaga, nació en Marbella en el año 1968. Estudió 5 años de paisajismo en Madrid en la escuela «Castillo de Batres», ya que desde pequeño vivió rodeado de plantas y flores. Su padre, Raúl del Río Sgheiz, comenzó a trabajar en la jardinería allá por el año 1965 y, ocasionalmente, Javier y sus hermanos le ayudaban en la floristería a montar centros florales para grandes eventos y ramos cuando había mucha demanda. Asimismo, durante algunos veranos, Javier trabajó en el vivero.
Este ambiente familiar y sus deseos de hacer una carrera creativa y relacionada con la naturaleza le llevaron a formarse como paisajista. A día de hoy, Javier administra dos empresas, Jardinería Natural S. L., dedicada al diseño, construcción y mantenimiento de jardines y Viveros Estepona, especializada en la producción de plantas ornamentales subtropicales.
Ambas empresas las creó su padre, que empezó con pequeños trabajos y rápidamente se hizo con una gran fama y cartera de clientes de todas las nacionalidades, entre los que cabe destacar a los árabes, que sobre todo en los años 80 invirtieron mucho dinero en la Costa del Sol, creando maravillosos palacios, villas y edificios de muy alto nivel.
En el año 1992, Javier comenzó a trabajar con su padre y tres años después, en 1995, tomó las riendas del negocio. Desde entonces no ha parado de evolucionar creando espacios naturales de ocio y disfrute de todos los estilos y ganando tres premios al diseño de jardines del Club de Jardinería de la Costa del Sol.
Se han especializado en las viviendas unifamiliares, porque requieren de una mayor atención y creatividad, ya que cada una es un nuevo reto y hay que captar las necesidades y gustos del cliente plasmándolos en un espacio concreto. No obstante, realizan todo tipo de trabajos en comunidades, parques, reformas, mejoras, etc.
Siempre sentí una gran atracción por la naturaleza y los trabajos creativos y el paisajismo es precisamente eso, una herramienta para transformar el paisaje, creando espacios únicos para deleite de las personas que los habitan, con elementos recuperados de la naturaleza creamos obras de arte.
La elección de los materiales nos viene determinada por dos factores confluyentes. De un lado, el estilo arquitectónico contemporáneo de líneas rectas, simples, limpias y muy ordenadas y, de otro lado, por la concienciación de nuestros clientes de crear ecosistemas sostenibles, con consumos reducidos de agua y poco mantenimiento.
Esto nos lleva a diseñar jardines regulares, de líneas limpias, muy definidas por bordillos metálicos y el uso de gravas y piedras, de distintos colores, combinados con plantas de estructuras sencillas que requieran poca agua y mantenimiento.
El primer paso consiste en conocer bien al cliente y averiguar qué necesidades de utilización tiene y cuáles son sus gustos, al tiempo que se valoran las posibilidades del terreno.
Con esta información, comienza el proceso creativo: tenemos que zonificar el espacio según los usos que se le van a dar al jardín y elegir los materiales y plantas que mejor se adapten a los gustos del cliente, a la arquitectura, a la decoración de la casa, al entorno y a las condiciones del terreno; tipo de suelo, orografía, climatología, vistas, disponibilidad de agua, etc.
Como puede verse, son muchos los factores que influyen en el diseño. Unos son de carácter puramente técnicos, imprescindibles de considerar y a los que hay que darles la respuesta acertada, ya que de no ser así el espacio nacerá con problemas. Este tipo de problemas siempre empeoran con el tiempo.
Otros factores son de carácter más subjetivo, que son los estéticos. Es por ello que, para un mismo espacio, cada paisajista puede llegar a una solución distinta.
Llevamos más de medio siglo creando espacios verdes, zonas donde cohabitan las plantas y los animales. Está demostrado que es la mejor forma de luchar contra el avance de la desertización, purificar el aire que respiramos y mejorar nuestra calidad de vida.
Es conocido el efecto que el contacto con un entorno natural produce en el ser humano, teniendo no solo un efecto relajante sino saludable a nivel general. Además, toda construcción gana en vistosidad gracias a un buen jardín. En Jardinería Natural, más de medio siglo de experiencia en el diseño de jardines y varios galardones les avalan como una de las empresas punteras en su región a la hora de diseñar espacios naturales que completan los lugares favoritos de sus clientes.